CONCENTRACIÓN CONTRA LA EUROPA DE LA VERGÜENZA
diciembre 18, 2013El 18 de diciembre, Día Internacional de las Personas Migrantes, fue recordado en Murcia con varios actos solidarios. Durante todo el día, una decena de personas pertenecientes a diversos colectivos y a iniciativa de "A Desalambrar", mantuvieron un ayuno solidario con las personas retenidas en campos de inteernamiento en todo el mundo.
Por la noche, más de un centenar de personas convocadas por Convivir sin Racismo se concentraron en la Plaza de Santo Domingo de Murcia.
Al final del acto se dio lectura al siguiente comunicado:
Comunicado
día internacional de las personas migrantes 2013
El 3 de octubre pasado, cerca de
cuatrocientas personas murieron ahogadas en las aguas de Lampedusa. Esta tragedia es un espejo que nos muestra el
inhumano rostro de las políticas de inmigración y de asilo europeas: a pesar de
la consternación inicial de los políticos ante los cientos de cadáveres de
personas somalíes y eritreas, se continúa con la línea de redoblar la
vigilancia y externalizar las fronteras
europeas a los demandantes de asilo, impidiéndoles el ejercicio de su
derecho y, al tiempo, nuestras
obligaciones legales hacia esas personas.
Se oculta que buena parte de ellos serían merecedores de asilo y refugio
y se justifica lo ocurrido en nombre de la lucha contra las mafias de la inmigración
irregular. El hecho de conceder la nacionalidad italiana a los fallecidos,
envía un mensaje inequívoco: sólo los queremos muertos. Y el trato que se da en
Lampedusa a los que consiguieron llegar vivos no deja de avergonzarnos cada
día.
Lampedusa no es un terrible accidente
aislado, sino la consecuencia de unas políticas migratorias aprobadas en el
Parlamento europeo. Hace dos días, el lunes 16 de diciembre, se cumplieron cinco
años de la aprobación por parte del Parlamento de la Unión Europea de la
denominada Directiva de Retorno (115/2008), mejor conocida en el ámbito de los
derechos humanos como la Directiva de la Vergüenza.
En estos cinco años de
vigencia, la vergonzosa política de inmigración está en la apuesta por construir una “Europa fortaleza”, una política
basada en el cierre y blindaje de las fronteras, el control marítimo, las
expulsiones, etc.…, invirtiendo decenas de millones en la Agencia Europea para
el control de las Fronteras (FRONTEX), de los que ya conocemos el resultado:
dejan a miles de personas en situación irregular; favorecen el tráfico ilegal
de personas; y provocan la tragedia y la
muerte de decenas de miles de personas en las aguas del Mediterráneo y el Egeo,
en las fronteras de Marruecos o Turquía, o en las vallas de Ceuta y Melilla.
Dicha Directiva se propone explícitamente
expulsar a las cerca de diez millones de personas indocumentadas que residen en
territorio comunitario y autoriza la privación de la libertad de toda persona
extranjera no comunitaria que se encuentre de manera irregular en suelo
europeo, por un plazo de hasta 18 meses (1 año y medio), por el sólo hecho de
no tener papeles y no ser europeo de la Unión.
Para garantizarlo, más de trescientos centros
de internamiento de sin papeles salpican la Unión Europea. En España hay ocho,
de los que uno está en Murcia, en Sangonera la Verde. En ellos fueron
internadas en 2012, por un periodo de sesenta días, más de 11.000 personas, de las cuales sólo la
mitad fue finalmente expulsada de España. En Murcia estuvieron retenidas tras
sus muros y rejas 1300 personas. Estos Centros son objeto de múltiples críticas
por todo tipo de instituciones. Las críticas han venido desde el Defensor del
Pueblo a Naciones Unidas o la Unión Europea.
Son unos centros en los que las denuncias de arbitrariedades, malos
tratos o agresiones sexuales han menudeado en los últimos tiempos y de los que
los casos más lamentables son las muertes de internos, como es el caso de Samba
Martine en 2012, ldrissa Diallo en 2013 y el pasado 3 de diciembre, en el CIE
de Zona Franca en Barcelona, del ciudadano de origen armenio Alik Manukyan, en
circunstancias aún por aclarar.
Este año, en Murcia, tras más de diez años de
demandarlo, hemos conseguido por sentencia judicial el derecho a acceder al
CIE. Hace tres meses que hemos empezado a desarrollar un proyecto de
acompañamiento y asesoramiento a los internos y alguna de nuestras gestiones
han ayudado a sacar de allí a varios de ellos, fundamentalmente menores que no
pueden estar en un CIE. Lo que allí hemos observado nos ratifica en nuestra
idea de que estos centros deben ser cerrados y que el internamiento es una
medida desproporcionada y que atenta contra los derechos humanos.
En España, otra muestra más de esa
política migratoria inhumana es la decisión del ministro de interior, Jorge
Fernández, de volver a colocar cuchillas
en las vallas de Melilla (en Ceuta no se quitaron en ningún momento), medida
que ha concitado el rechazo no sólo de las asociaciones humanitarias o de buena
parte de la opinión pública, sino de las propias autoridades comunitarias. Es
una decisión que nos avergüenza profundamente. Ni las vallas ni las cuchillas
frenarán el deseo de una vida mejor.
Si las cuchillas son la metáfora de la
política migratoria del Gobierno del Partido Popular, quizás sea más
preocupante que en la próxima reforma del Código Penal que prepara el ministro
Gallardón se introduzca la decisión de
proceder a la expulsión de todo aquel que haya sido sentenciado con una pena de
más de un año de prisión, lo que equivale a declarar expulsable al doce por
ciento de la actual población con residencia legal en España. No sólo se
refuerzan las políticas de expulsión de las personas sin documentación de
residencia, sino que se criminaliza y discrimina al conjunto de la población
inmigrante, al que se coloca bajo el signo de la sospecha. Un ejemplo de ello
es el mantenimiento de las redadas racistas en toda la geografía española, como
la que ayer mismo tuvo lugar en Murcia contra los aparcacoches.
Consideramos que los Derechos Humanos deben
estar en la centralidad del debate sobre las migraciones, y recordamos que en
su artículo 13, esa Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce el
derecho a emigrar como derecho básico e inalienable para todas las personas. Consideramos
que el respeto y garantía de los Derechos Fundamentales es un elemento que debe
caracterizar a todo Estado Democrático. Por ello afirmamos que la
Directiva de Retorno es una norma jurídica que debe avergonzar a la Unión
Europea y a todo sistema democrático que se precie
de respetar los derechos humanos. Es una norma que legaliza, sin
legitimidad alguna, la discriminación en razón de la nacionalidad. Es una
Directiva que viola y autoriza la violación de derechos humanos, siempre bajo
el pretexto de luchar contra las mafias del tráfico de personas. Bajo ese mismo
pretexto se intenta endurecer aquí la Ley de Extranjería y el Código Penal.
A 5
años de esa “legal” violación de derechos humanos y autorización de
discriminación por parte de la Unión Europea expresamos nuestro rechazo a su
contenido y mandato, porque ninguna persona es ilegal, porque ni hoy, ni nunca,
una norma europea, ni española, deben atentar contra el principio básico de la
no discriminación establecido en todos los ordenamientos jurídicos nacionales e
internacionales. Porque ni hoy ni nunca, el
Parlamento Europeo, ni otra institución Europea, están legitimados para atentar
y transgredir, bajo el discurso de la regulación migratoria, con los derechos
humanos de las personas.
Hoy 18 de Diciembre, Día
Internacional de las personas migrantes, exigimos el cierre de los Centros de
Internamiento de Extranjeros, el cese de las detenciones y controles selectivos
hacia la población inmigrante y el final de una política europea de fronteras
que favorece el tráfico de personas y empuja a la tragedia de más muertes en el
mar. Y reclamamos la firma y ratificación de la Convención Internacional para
los Derechos de los Trabajadores Migrantes y sus Familias.
Emigrar no es un delito, es un
derecho humano.
Por el Cierre de los Centros de
Internamiento de Extranjeros
Contra la Directiva de la vergüenza
Por unas políticas migratorias que
construyan puentes, no muros coronados de cuchillas.
CONVIVIR SIN RACISMO.
0 comentarios