21 DE MARZO. DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN RACIAL
marzo 21, 2014
En los
últimos años decenas de miles de personas han perdido la vida en el
Mediterráneo intentando llegar a Europa. Son cifras escalofriantes, mayores que
las que provocan un gran terremoto y que, sin embargo, no conmueven ni
movilizan las conciencias de los responsables.
Lo que
está pasando en Ceuta y Melilla, en el Estrecho de Gibraltar o lo que ha pasado
en Lampedusa no es una fatalidad. No responde a un golpe de mar o a un incendio
descontrolado, no es un desastre natural. No es inevitable. Es el resultado de
unas políticas europeas obsesionadas hasta la paranoia con la “lucha contra la
inmigración irregular”.
El
pasado 6 de febrero, al menos 15 personas murieron en la frontera de Ceuta
cuando intentaban llegar a territorio español. El gobierno de España quiere
hacer recaer toda la responsabilidad de lo ocurrido en los propios inmigrantes
y aprovecha para sembrar el miedo ante una invasión masiva, contada por decenas
de miles, en contra de lo que demuestran los datos. En 2013 cruzaron la
frontera sur menos de 8.000 personas, según datos de la Asociación Pro
Derechos Humanos de Andalucía; concretamente llegaron a Ceuta y Melilla un
total de 4.354 personas. Con sus declaraciones alarmistas y con la complicidad
de muchos medios de comunicación se está alimentando el racismo social.
La
solución del gobierno a este drama humano consiste en blindar aún más las
fronteras y en cambiar la Ley
de Extranjería: vallas más altas y con más cuchillas, más antidisturbios para
“rechazar la invasión” y la legalización de las devoluciones en caliente. Estas
políticas, a las que se dedican cientos de millones de euros, no evitan las
migraciones, generan más muertos y provocan un enorme sufrimiento a personas
que, en muchos casos, escapan de la guerra o de persecuciones y a las que se
les está negando el derecho internacionalmente reconocido de solicitar asilo.
Hoy
queremos denunciar que estas políticas se han cobrado ya más de 20.000 muertes
en toda Europa en los últimos 10 años. No podemos y no debemos aceptarlo. El
conjunto de la política europea avanza hacia una mayor represión y una menor
cobertura en derechos como muestran las medidas militares y la modificación a
la baja del marco legal de asilo y refugio o los acuerdos de repatriación
rápida que impiden a los solicitantes de asilo cualquier defensa de su derecho.
Por
todo ello, exigimos a los representantes de nuestros países que tomen medidas
urgentes y que paren esta situación. Tienen los cargos, tienen la
responsabilidad y tienen los medios. Los ciudadanos y ciudadanas no aceptamos
que se sigan cometiendo estos asesinatos en nuestro nombre.
Hoy 21
de marzo, Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial,
hacemos un llamamiento para que se tomen medidas concretas. Exigimos que estas
medidas se hagan públicas de cara a las próximas elecciones europeas que
tendrán lugar en mayo de 2014. Y exigimos que no se olviden tras las
elecciones. Si de verdad rechazan esta situación, no tienen excusas; tienen la
oportunidad de tumbar estas políticas y promover otras que respondan a una
verdadera sociedad que lucha por la igualdad, la justicia y el respeto a los
Derechos Humanos.
Ni una muerte más en nuestras
fronteras.
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